Casi me da lástima por ese magnífico Osman, que tuvo que sufrir el ataque de enormes cantidades de slime, pero la verdad es que agradezco una aparición como ésta. Aunque siento un parecido increíble con el Louis Vuitton que llevó durante la gira de Breaking Dawn 2 en Tokio, creo firmemente que si sabes que una fórmula te funciona, no hay ningún problema en repetirla.
Además, ¡me gustó mucho su femenino y juvenil peinado! Estoy segura de que será imitado incontables veces en los próximos meses.
¡Qué buena manera de volver al juego del buen gusto, querida!