Con una imagen que conserva todavía rasgos infantiles, la prensa que le lleva el día a día olvida citar que ha participado en casi 30 filmes, no siempre en las zapatillas de una ingenua princesa.
“Creo que se ha tratado injustamente a Kristen Stewart, pues sus mejores películas son las menos difundidas. Ella está lejos de ser sólo un rostro bello de Hollywood”, señala el cronista de cine Mario Székely.
Como ejemplo, menciona, está su trabajo en “La habitación del pánico” interpretando a la hija diabética de una madre divorciada (Jodie Foster), donde ya dio muestras de ser “una actriz de carácter” con tan sólo 12 años. Consistencia que mantuvo luego en “Into the wild” (Hacia rutas salvajes), “On the Road” (En el Camino) y “The runaways”, donde interpretó a la rockera Joan Jett.
A propósito, la publicación The Metro Times escribió: “Aquí Stewart es una estrella de rock genuina”. Corría 2009.
Algo de cierto habrá en ello porque un año después, en 2010, Kristen ganó el premio BAFTA, considerado el “Oscar” británico, en la categoría de Estrella Emergente.
Sin embargo, su personaje de “Bella” Swan en la saga de “Crepúsculo” junto a un tortuoso noviazgo con su pareja de filme, Robert Pattinson, incluido el regreso tras una publicitada infidelidad de ella, roban cámara. No pasa una semana sin que se escriba algo del tema y su figura mediática compite con los escándalos de Lindsay Lohan o Charlie Sheen en los sitios de espectáculos. Aunque a decir verdad no es tan malo.
El año pasado la publicación especializada Forbes la ubicó como la actriz con mayores ingresos en el mundo del celuloide con 34.5 millones de dólares entre mayo de 2011 y mayo de 2012. Si los números dicen poco o nada, tal vez sí el hecho que superó en ganancias a actrices consolidadas como Cameron Díaz, Angelina Jolie, Sandra Bullock o Charlize Theron. Cinco películas de la saga lo hicieron posible aunado a su protagónico en “Blanca Nieves y el Cazador” que cocina una segunda entrega en 2014.
El suyo es un caso particular, a decir de Antonio Guerrero, comentarista de la revista digital Render, “ya que no es precisamente muy guapa y sus aptitudes actorales son limitadas”. Fuera de un par de proyectos independientes el resto de su filmografía es prescindible, señala. “Su participación en la Saga Crepúsculo será el único motivo porque el que muchos de sus fans le recordarán”.
En el otro extremo Székely recuerda que no basta un lindo rostro o ser la estrella juvenil del momento para destacar en la Meca del cine. Si así fuera, dice, Sean Pean, uno de los duros de Hollywood, no la hubiera reclutado para “Into the wild” o “Floria Sigismondi” para coprotagonizar “The runaways” al lado de Dakota Fanning
“Claro que no, ¡La consideran actriz de calidad!”, dice.
Es quizá la misma batalla que libra la propia Stewart frente al espejo, en una carrera que apenas empieza, pero cuyo peso puede sepultarle bajo la imagen de eterna adolescente. Al tiempo, ella tiene la palabra.
